martes, 18 de agosto de 2015

¿Cómo evitar desbordamos emocionalmente?

 
 
 
Estas tranquilamente disfrutando de tu día y de pronto algo sucede y te hace estallar en ira. Gritas, aprietas los puños y quieres patear a la persona causante de todos tus males... Es increíble que venga así a arruinar tu día... y tu que estabas tan en paz...
 
 
Esto es algo que vivimos todos los días. En el tráfico, en la oficina, en casa con los hijos, cuando cruzas la calle y se te avienta un automóvil, cuando no te atienden como quieres en un restaurante, cuando tu jefe te culpa por algo que tu no hiciste. El mundo parece estar lleno de situaciones para sacarte de control.
 
A veces se nos olvida que estallar en ira es solo una de las muchas opciones que tenemos para reaccionar. Podríamos mejor responder de manera asertiva evitando que un hecho insignificante altere todo nuestro día.
 
Cualquier pretexto que utilicemos para justificar nuestra reacción ante un evento es solo eso, un pretexto. Tenemos miles de opciones, solo tenemos que tomar el control de nosotros mismos.
 
Culpar a los eventos y a las personas es solo una opción, ciertamente la más cómoda. Pero también es una realidad que eso  no te va a llevar a ningún lado.
 
Si quieres generar otras opciones empecemos por entender un poco lo que sucede.
 
¿Por qué nos desbordamos emocionalmente?
 
Porque es el camino más fácil... hemos aprendido a hacerlo de manera automática.
 
Desde pequeños hemos repetido este procedimiento hasta convertirlo en el patrón automático.
Un evento X genera un pensamiento X y por tanto este despierta una emoción X. Y es así de simple.
 
Hemos aprendido a reaccionar de esa manera porque en su momento era la mejor manera de hacerlo. Esta reacción emocional de ira fue simplemente un mecanismo de defensa que aprendimos a utilizar.
 
Tenemos por así decirlo tres niveles de desarrollo en el cerebro:
 
Primero está el cerebro reptiliano, que nos ayuda a dar respuestas de supervivencia, es la parte más primitiva. Después tenemos el sistema límbico que controla principalmente las emociones  y en la parte más externa tenemos el neocortex (la parte más evolucionada) que se encarga e procesos racionales.
 
 
Insistimos en operar con el sistema límbico y muchas veces con el complejo reptiliano.
Siempre tenemos opciones. La clave está aquí en entrenar a nuestro cerebro a operar de distinta manera.
 
Hace un momento decíamos que la forma como nos desbordamos emocionalmente es un proceso.
 
El proceso que utilizas diariamente para alistarte para salir puede ser fácilmente modificado cuando tu así lo elijas. Y un proceso tan complejo como la construcción de un automóvil también puede ser modificado, incluso debe hacerse continuamente para mejorarlo.
 
¿Qué tenemos que hacer?
 
Revisar el proceso, conocerlo detectar sus fallas y generar nuevos movimientos. Repetirlos y repetirlos y repetirlos y repetirlos... hasta automatizarlos. ¿Cierto? Así aprendiste a conducir..
 
Es simple! Date cuenta de que eres mucho más que tus emociones. Si quieres tomar el control sobre ellas y utilizarlas a tu favor debes empezar por conocerte y analizar la forma como reaccionas, cuales son los pasos que sigues para ello (son casi imperceptibles pero con calma podemos descubrirlos y modificar el patrón)
 
Si quieres aprender a tener un mejor manejo emocional, te recomendamos el Taller "Energía Emocional en Movimiento" en donde a través de ejercicios prácticos y un contacto profundo contigo mismo obtendrás herramientas que mediante la práctica cambiarán la forma como manejas tu vida en el campo emocional.
 
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario